jueves, 12 de julio de 2012

Sobre la huelga de ingenieros nucleares de Candu Energy

Más de 700 profesionales de la energía nuclear canadiense están en huelga desde el lunes próximo pasado debido a la imposibilidad de llegar a un acuerdo salarial con la empresa Candu Energy Inc., ex AECL.

Candu Energy Inc., subsidiaria del gigante de ingeniería SNC Lavalin, es el resultado de la venta, por parte del estado canadiense, de la división dedicada al diseño, construcción y mantenimiento de la línea de reactores Candu (Canadian Deuteryum Uranium) de Atomic Energy of Canada Ltd. (AECL) a mediados del año pasado.

La historia de la venta comienza con el fracaso en el intento de desarrollar una linea de reactores Candu avanzados (ACR) que cumplieran con las normativas regulatorias de Estados Unidos. Frente al enorme gasto que se había realizado para el desarrollo de la ingeniería de un reactor que no pudo ser, el gobierno canadiense decidió privatizar el área, de modo de recuperar algo del dinero invertido. Sin embargo, la entrada de la empresa SNC Lavalin en Candu Energy Inc. vino acompañada con anuncios de reestructuración y reducción de personal. En el área técnica no fue distinto. Desde que los anuncios fueron hechos, la Sociedad de Profesionales Ingenieros y afines (SPEA), se encuentra negociando las condiciones de salarios, reconocimiento de la antigüedad y jubilaciones de sus representados sin demasiado éxito.

La SPEA considera que la empresa Candu Energy Inc. no valora la alta calificación y especificidad de los recursos humanos. Por un lado, prefiere contratar personal externo mientras reduce su planta permanente de alta calificación. Por otro lado, afirman, ofrece a los profesionales senior contratos que no están a la altura del resto del mercado nuclear. Como resultado, estos profesionales, que tienen conocimientos de toda una vida dedicada al desarrollo de los reactores Candu, terminan dejando la empresa. La asociación de profesionales se lamenta de esta situación ya que considera que pone en riesgo el futuro de la linea Candu que alimenta el 16% de la energía canadiense, además de estar presente en otros paises como Argentina, China, India, Pakistan, Rumania y Korea del Sur.

Esta historia, sin dudas, toca de cerca a la industria nuclear Argentina. En particular, la Central Nuclear Embalse (CNE), diseñada por AECL y operada por Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), está llegando al fin de su vida útil por diseño y ya se ha comenzado a trabajar para su extensión de vida. En ese proyecto, Candu Energy Inc. es ahora el poseedor del título de diseñador y, por lo tanto, el principal proveedor de ingeniería de diseño y seguridad para NA-SA. Una serie de acuerdos fueron firmados el año pasado entre NA-SA y Candu con respecto a los trabajos para la extensión de vida de CNE. También se firmaron acuerdos de trabajo para analizar la factibilidad de construir una cuarta central nuclear de dos módulos de tipo Candu ya que Argentina posee gran conocimiento de esa tecnología.

Si bien, NA-SA posee conocimiento suficiente sobre la tecnología Candu y amplia experiencia de operación, modificación de diseños y estudios de seguridad, la colaboración de la empresa Candu en la extensión de vida de Embalse es fundamental debido a su experiencia y participación en la extensión de vida de otras centrales Candu como Bruce, Point Lepreau en Canadá y Wolsong en Korea del Sur. Sin embargo, muchos de los profesionales poseedores de tal experiencia son los que hoy están discutiendo su relación laboral con Candu.

La pregunta que surge es si Candu Energy contará con el personal calificado para prestar los servicios solicitados por NA-SA en tiempo y forma. En caso de que la respuesta sea negativa, la siguiente pregunta es, cómo afrontará NA-SA ese problema. Si bien, hay personal calificado con capacidad para desarrollar muchas de las tareas necesarias, existe una tradición de confiar más en el diseñador que en el trabajo propio. Con la terminación de Atucha-II queda claro que existe potencial suficiente como para llevar adelante un proyecto de gran envergadura con personal propio y con un presupuesto menor al necesario para las contrataciones de servicios externos.

De todos modos, en el último tiempo, NA-SA está experimentando una disminución de su personal calificado en el área de Candu. Muchos empleados que han participado de la construcción, puesta en marcha y operación de la Central de Embalse han alcanzado su edad jubilatoria y debido a la falta de política a largo plazo en nuestro país durante la década pasada, no ha habido una renovación de personal al cual transferirle los conocimientos. Esa tarea se está llevando a cabo recién desde hace cuatro o cinco años y con el agravante de la dificultad de conseguir profesionales para la industria en general.

El resultado del peor escenario podría ser una demora importante en la realización del proyecto de extensión de vida de Embalse. Adicionalmente, la situación actual de Candu Energy debería ser tenida en cuenta en la toma de decisión para la adquisición de la cuarta central nuclear argentina. Si bien la compra de tecnología Candu podría tener sus ventajas estratégicas, podrían surgir contratiempos que alargarían los plazos de construcción. NA-SA deberá hacer una evaluación cuidadosa de los escenarios posibles para evitar que el sistema eléctrico argentino siga esperando cada vez con más urgencia nuevos generadores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario